A través de esta publicación pretendemos contar cómo somos, y qué mejor forma que a través de nuestra gastronomía, fiel reflejo de lo que se come y bebe entre las callejuelas y plazas de nuestra Xàbia Histórica.
Platos típicos y sofisticados con productos de temporada, del mar o de la tierra revelados en menús, picaditas o tapas, que se pueden degustar en el almuerzo, a mediodía o durante una suculenta cena. Un abanico que solo con su presentación, se le hace la boca agua a cualquiera.
Si partimos del lugar donde se suministra la mayoría de la materia prima, el “Mercat Municipal”, podemos degustar en el Bar Mercat una original tortilla de pescado o las cocas de Xàbia acompañadas de la salmorra de fenol marí y acabar con un café decorado.
Saliendo por la puerta lateral y dirigiéndonos como si fuéramos al puerto, por la calle l’escola, nos encontramos en la terraza de Tapas-Bar Trinquet. El pescado de la bahía de Xàbia está presente en su cocina tradicional, en la que destacan los arroces típicos de la Marina y las tapas.
Ascendemos por la Ronda Norte y en la calle Virgen de los Ángeles, tropezamos con el Bar Montgó, un bar que conocemos de toda la vidaEn su interior podemos degustar arroces y tapas elaboradas con hortalizas cosechadas por productores locales, además, los jueves y viernes, encontraremos las cocas de Xàbia ganadoras de la Feria de Coques.
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Si nos dirigimos hacia la Plaza de Correos encontraremos bares, locales de copas y restaurantes. En la parte lateral de la plaza, exactamente en la calle Ángel Palancia, Ambigú Café bar & cocktails, da los buenos días con desayunos acompañados de batidos o zumos de frutas naturales. A mediodía ayuda a refrescarnos con las ricas sangrías y una pequeña carta con platos y tapas del día y dulces caseros. Despide el día con las noches de sushi y música que se complementan con mojitos de frutas y suculentos gintonics!.
En la misma calle tenemos a Kbaret, que además de ser una coqueta bocadillería que hace sucumbir a deshoras, es un lugar de copas desenfadado.
Si apetece algo más tradicional, en la calle La Coma, nº 1, justo en la parte trasera de correos, encontramos el Bar Jose. Allí podremos degustar un buen queso manchego con jamón ibérico así como tapas elaboradas con productos de la bahía de Xàbia, todo ello acompañado por una buena carta de vinos.
Caminamos unos metros hacia el otro lateral trasero y tropezamos con L’almàssera, uno de los restaurantes referentes de tapeo en Xàbia. Es un punto de encuentro de los amantes de la cocina tradicional andaluza. Destaca por su amplia variedad de tapas y por una atención cercana y familiar, todo ello acompañado de una excelente relación calidad-precio. L’almàssera ofrece una tapa de cortesía con cada consumición. No dejes de probar sus flamenquines caseros, guiso de ciervo, cazuelita de morcilla y una infinidad de platos que te sorprenderán.
En la parte delantera de la plaza de correos, nos sentimos atraídos por el olor a masa de las pizzas del Restaurante Giulia, establecimiento especializado en la realización de platos italianos. Además no deja de lado los desayunos completos, representados en el especial, el dulce, el desayuno-almuerzo y el de huevos revueltos con tostadas.
A su lado, en la esquina, Aperitius El Rebost, expresa su gastronomía en la tradicional Xàbia cuisine, leyenda que se expone en una de sus paredes. Ofrece productos como las “pilotes de putxero”, el “polp guisat”, la “borreta de melva”… Indicios de que su elaboración está realizada con ingredientes de la terra o Km. 0.
Si desde la plaza de correos nos dirigimos a la zona peatonal de Xàbia histórica, en un rinconcito de la Plaza de la Iglesia, descubrimos La Sucreria de la Plaça. Este local, que se describe como cafetería, wine bar y tapería, combina diferentes culturas culinarias utilizando los productos de temporada en sus platos. El resultado son sustentos tales como el pork loin chops with porcini mushroom, couscous with vegetables and mussels o pappardelle al ragú.
Bajamos unas escalinatas anexas a la casa consistorial y descubrimos una acogedora placeta que resguarda por una parte a La Taberna Mediterránea, que como su nombre indica, el Mediterráneo está presente en sus platos y tapas. Priman los pescados procedentes de la lonja de Xàbia y destaca su amplia variedad en paellas, la tempura de verdura, las gambas al ajillo y un servicio que habla hasta 5 idiomas.
La Plaça de Baix también resguarda el Bar Imperial, casa fundada en 1939 y que a día de hoy no ha perdido su identidad. Cara al verano en las mesas de su terraza se impone la tortilla de pescado, las tellinas, los mejillones al vapor, los chanquetes, las sardinas a la plancha o los figatells.
Dejando la Plaça de Baix nos adentramos en la calle mayor con un nuevo estilo con aires de azahar del Mediterráneo en Mi Lola Tapas y Copas, un espacio gastronómico y de encuentros con argumentos como las tapas y los gins. Apearte en Mi Lola es disfrutar de un repertorio de tapas que incluye los buñuelos de bacalao, el “figatell de rape” o los productos secados a la brisa del mar como el “polp sec a la flama” o las anchoas de Xàbia. Si los visitas por la noche, sucumbirás tanto por sus platos, como por su ambiente amenizado con música pop-española.
Continuando nuestro camino por la calle mayor descubrimos una cortina horizontal de bombillas que cobija a Embruix, propuesta con carácter familiar y amistoso que se manifiesta con un ambiente hogareño en la decoración y con una cocina que en periodo estival se adapta a la versatilidad del cliente (comidas a deshoras, desayunos, afterworks, copas o brunch dominical). Se puede desayunar a la española, a la francesa, a la inglesa o realizar el típico “esmorzar valencià”. Ofrece además una amplia variedad de tapas a base de calamares con morcilla, lomitos de bacalao en tempura con “all i oli” de piquillo o chupa-chups de codorniz al caramelo de soja. Su amplia carta también ofrece refrescantes ensaladas, carnes elaboradas a las brasas de leña y carbón o manjares mediterráneos con sus pescados, todo ello una perfecta guinda final de 10 postres caseros, todo un pecado capital.
Casa Grau también se encuentra cobijado por esa cortina de bombillas y se caracteriza, entre otras cosas, por una decoración y una propuesta gastronómica calculadamente informal y cosmopolita de aires mediterráneos y mundanos. Un sinfín de manjares son los que se pueden degustar en este rincón como la “fresca” propuesta veraniega, tosta de “all i oli” de anchoa a la plancha con carpaccio de tomate y reducción de Pedro Ximenez, ensalada Riu Rau o las croquetas cremosas de “gambeta amb bleda” (gambitas con acelgas). Encontramos bocados para compartir como el crujiente de “arroz al senyoret” o los tallarines de calamar con mayonesa de wasabi. Como especialidades marinas Casa Grau ofrece rodaballo a la plancha sobre patata confitada y tartar de tomate o cous cous de “polp amb penca” (pulpo con cardos y acelgas). Y en el capítulo de carnes nos recomienda una paellita de cordero cocinada a baja temperatura a la flor de tomillo.
No hay nada mejor que perderse por las callejuelas del casco histórico de Xàbia y si llegamos a la calle San Bertomeu, nos encontraremos con Tasca La Rebotica. Se trata de un local con personalidad, con un carácter que surge de una cocina sabedora de la materia prima, que trata el producto con fundamento y que es conocedora de las tendencias gastronómicas que encantan a sus feligreses. Entre sus especialidades podemos encontrar los salmonetes preparados, los tacos de atún crujiente, el tartar de atún, los escalopines de foie o el rabo de toro.
Volvemos a la Calle Mayor y al finalizar tropezamos con la Ronda Colón y El Raconet. Se trata de un local sencillo en el que confluyen varios factores que hacen de este lugar una buena alternativa para almorzar, comer o cenar bocadillos, hamburguesas, pizzas en porciones o kebabs. Además existen 10 menús variados que se ajustan a todos los bolsillos.
Seguimos en la Ronda Colón dirección a la Plaçeta del Convent y El Convent nos indica que estamos en territorio de recogimiento y paz con nuestros sentidos gastronómicos. Callos, morro frito o tablas ibéricas, carpaccio de buey o mollejas de cordero son manjares por los que todos se dejan tentar y lo mismo ocurre con los caldos que ofrece la casa.
En la misma Plaçeta encontramos también la Cervecería La Yesca.Como bien indica su nombre, el pan se encuentra en su dispensario gastronómico para acompañar sus raciones como el revuelto de morcilla con gambas o como ingrediente principal en las yescas de la casa o bocadillos.
En los extramuros de Xàbia histórica, aunque no muy alejado, en la Calle Cronista Mosen Febrer 19 (junto al parking del Portal del Clot), se alberga el Desnivell. En este establecimiento los clientes acuden a beber y comer entre amigos y se caracteriza por los almuerzos, “les picaetes” y sus menús diarios en los que cada día destaca una especialidad para que comas como en casa, un putxero, una fideuà, un cruet de peix, un arroz al horno…
Si damos un salto a la Plaza de la Constitución nos encontramos en una de sus esquinas con L’encant. En este local situado en el centro neurálgico del mercadillo de los jueves, surte a sus clientes con bollería fresca, dulce o salada y con una amplia variedad de bocadillos.